domingo, 1 de septiembre de 2013

"En torno a la literatura dominicana (Apuntes literarios bibliográficos y culturales), por Odalís G. Pérez


 Los apuntes que ahora nos ofrece Miguel Collado, metódicamente organizados, constituyen las seis secciones del libro, más tres apéndices y un índice onomástico, posicionado como guía de encuadre alfabéticamente instruida para orientar al lector en el mapa mismo del libro.Odalís G. Pérez


Por: Odalís G. Pérez*

Los apuntes bibliográficos, biográficos, literarios e históricos han conformado el registro intelectual de la literatura y la cultura hispanoamericanas desde la independencia y aun en la época llamada colonial. La República Dominicana, heredera de la tradición hispánica, ha sido marcada en su productividad textual e intelectual por la información de base y por la vida contextualizada del dato, el apunte, la noticia, el registro escrito y, en general, la información cultural implícita o explícita.
Cabe destacar que el registro biográfico, histórico, bibliográfico o literario ha sido una poderosa herramienta en la constitución de la historiografía y la documentología del liberalismo hispanoamericano y su genética escrituraria. Aquello que por inclusión u omisión se asocia a una práctica más o menos reconocida de trabajo intelectual, ha sido uno de los ejes principales del archivo cultural, histórico y literario de la América continental y en particular del Caribe insular, cuyas historias escritas y orales se han democratizado mediante fórmulas oficiales, oficiosas, liberales y postliberales.
El libro que ahora publica Miguel Collado es el resultado no sólo de una elección, sino de una tradición aun vigente en la República Dominicana como caso de información, investigación y producción intelectual. Basta con leer atentamente, ojear y hojear el libro para observar las huellas del trabajo intelectual de historiógrafos, biógrafos, literatos  letrados dominicanos en tal sentido (Emilio Rodríguez Demorizi, Vetilio Alfau Durán, Pedro Henríquez Ureña, Max Henríquez Ureña, Joaquín Balaguer y otros).
La práctica misma de investigación de Miguel Collado evidencia formalmente, y desde 1993, más competencias en tal sentido, cuando publicó sus oportunos “Apuntes bibliográficos sobre la literatura dominicana”, obra esta que se deja sentir como registro en su reciente “En torno a la literatura dominicana. Apuntes literarios, bibliográficos y culturale”s (Colección del Banco Central de la República Dominicana, Santo Domingo, 2013, 368 páginas).
Los apuntes que ahora nos ofrece Miguel Collado, metódicamente organizados, constituyen las seis secciones del libro, más tres apéndices y un índice onomástico, posicionado como guía de encuadre alfabéticamente instruida para orientar al lector en el mapa mismo del libro.
Todas las partes integrantes de esta nueva obra de Miguel Collado facilitan el conocimiento de autores, obras, ideas, contextos de producción y significación de la literatura dominicana.  La travesía del bibliógrafo, recopilador de datos, organizador de fuentes y presentador de situaciones históricas, literarias y biográficas, posiciona y, a la vez, caracteriza los diversos tramados epocales de la productividad intelectual dominicana, reconocida en el marco de la formación cultural caribeña como pronunciamiento epocal y suma de autores, productos, series, tiempos, objetos literarios, estéticos, poéticos y críticos, entre otros.
Un archivo no estático, sino más bien dinámico, explica en este caso lo que ha sido como forma-texto la obra de autores fundamentales en el contexto historiográfico intelectual de autores fundamentales en el marco intelectual hispanoamericano: Pedro Henríquez Ureña, Max Henríquez Ureña, Salomé Ureña de Henríquez , Francisco Henríquez y Carvajal (Vid. pp.19-72); Eugenio María de Hostos (pp.75-94); Juan Bosch (pp.97-118).
Así, pues, el autor de la presente obra da cuenta en otro registro de inflexión intelectual, de autores desconocidos que tienen también su valor en el orden intelectual dominicano: José Núñez de Cáceres, Ulises Heureaux, hijo, Manuela Rodríguez, Nicolás Heredia, Livia Veloz, Enriquillo Sánchez y Rafael Abreu Mejía (Ver pp.121-210). Cronologías, aclaraciones, histórico-literarios, precisiones y noticias conforman la sección cuatro de esta obra.
La sección cinco de la presente obra nos ilustra sobre la importancia del bibliógrafo, la bibliografía literaria dominicana (1823-1990) y pioneros y pioneras de la literatura dominicana desde 1821 hasta el 2002, y sobre la presencia de las hermanas Mirabal en la bibliografía dominicana. La aproximación y valoración del hecho bibliográfico se hace visible en el registro intelectual no sólo de esta sexta parte, sino también en todo el libro.
En efecto, lo que demuestra y desarrolla esta nueva obra de Miguel Collado es el estatuto intelectual y funcional del bibliógrafo en la historia cultural dominicana y su inscripción como investigador formal de la literatura y la historia locales.
En ese sentido se hace una vez más visible la necesidad de un sostén historiográfico y crítico, particularizado en un espacio de formas textuales propiciadoras de modelos históricos, literarios, comunicativos y formativos en la línea de un movimiento variable de la productividad verbal nacional y por lo mismo continental.
Pero lo que más se reconoce en las cardinales de visión, representación y recepción de obras literarias monológicas y polilógicas son los modelos mentales, sociales, textuales y psicológicos de una cultura donde el sujeto está determinado por su discurso y en algunos casos por sus prácticas históricas y políticas. Algo que debe tomar en cuenta cualquier investigador que se ocupe de textos historiográficos, poéticos, narrativos, memoriales y políticos es el arqueado contextual de la nación en sus diversas vertientes de conocimiento, documentación y relato nacional.
El gesto y el tono de nuestro autor no ahuyenta la razón histórica de su visión literaria, sino que más bien autoriza el orden intelectual específico de la obra, el autor, el contexto y su significación cultural. Los datos, cronologías, fuerzas morales y sociales de la literatura, ayudan a establecer como pesquisa la función cultural de los textos en contexto, difusión y reconocimiento.
La intención del autor de esta obra se explica justo en el “Prefacio” donde se afirma que:
“Hay mucha y buena literatura dominicana dispersa, dentro y fuera del país, esperando ser rescatada, extraída de viejos suplementos culturales, de amarillentas revistas decimonónicas…
Las rectificaciones histórico-literarias han constituido siempre ―desde mis inicios en esta ingrata tarea de escarbar en la bibliografía diluida en el tiempo― mi mayor pasión.[…] Plantear tesis en el ámbito literario ―no común en el medio dominicano― sobre la base de una investigación sostenida, llevada con rigor y con paciencia oriental, ha constituido, también, parte importante de la labor investigativa que por décadas he venido realizando…” (pp.13-14).
Un antecedente de esta investigación y trabajo de rectificación y búsqueda minuciosa lo encontramos en las rectificaciones históricas y literarias de Apolinar Tejera, Leonidas García Lluberes, Alcides García Lluberes y Ramón Lugo Lovatón, entre otros, pero también en el historiador e historiólogo Vetilio Alfau Durán.
En un marco de acentuación histórico y complementario, los apéndices o cartas de Salomé Ureña de Henríquez, Francisco Noel Henríquez Ureña y el ensayo rescatado titulado “Salomé Ureña ante la Patria” (pp.340-346) escrito por Francisco Henríquez y Carvajal y publicado originalmente en “Homenaje de Cuba al preclaro dominicano don Francisco Henríquez y Carvajal en el centenario de su nacimiento”. La Habana: Oficina del historiador de la ciudad, 1959, pp. 181-186 (apéndice III; ver nota al calce explicativa de este escrito).
Una fuente importante para los dos primeros apéndices es el “Espitolario de la Familia Henríquez Ureña” compilado por el historiador e historiógrafo Jorge Tena Reyes (Santo Domingo, Secretaría de Estado de Educación, 1994, pp.222-252) y que recopila Collado para fundamentar y ofrecer los campos de trabajo y estudios institucionales, en tal sentido.

Como bibliógrafo, Miguel Collado ha escrito y publicado libros que son reales aportes al conocimiento de la sociocultura dominicana. De esta manera libros como “Bibliografía comentada sobre comunidades de la República Dominicana 1900-1998” (1999); “Catálogo de la exposición bibliográfica de la región Este de la República Dominicana” (2000); “Historia bibliográfica de la literatura infantil dominicana: 1821-2002”  (2003); y “Bibliohemerografía hostosiana de autores dominicanos (1876-2003” (2003).
Miguel Collado ha sido compilador de la “Obra poética completa de Aída Cartagena Portalatín 1944-1984” (2000); del conocido “Ideario de Pedro Henríquez Ureña” (2002); de “Temas internacionales de Juan Bosch” (2006); y de “Ensayos críticos sobre escritoras dominicanas del siglo XX” (2002), entre otros. Ha establecido, también, cronologías y datos bibliográficos documentados con actas oficiales y oficiosas, con fotografías, cartas y otros documentos para facilitar en muchos casos la verdad de la interpretación histórico-literaria. El  despegue formal de su investigación se origina con los “Apuntes bibliográficos sobre la literatura dominicana”, publicados en volumen en 1993. Antes de 1993 había publicado en 1987 “Apuntes sobre la historia de las fiestas patronales del municipio de Jánico” y en 2003 publicó la “Historia bibliográfica de la literatura infantil dominicana 1821-2003” (Colección del Banco de Reservas de la República Dominicana).
El apunte como práctica y género es un medio utilizado por investigadores, curiosos, tenedores de libros, consultantes, eruditos y demás buscadores de información o estudiosos de las áreas más diversas. El apunte aspira a reforzar la información científica, técnica, humanística, bibliográfica e histórica tanto general como particular. Pero la historia del apunte, la noticia o la notícula, da cuenta también de todo un proceso de recopilación, información específica y base para la argumentación o fundamentación del dato específico o empírico.
El estudioso dominicano conforma todo un marco bibliográfico y biográfico tendente a contextualizar la línea de producción dominicana en los diferentes géneros cultivados por autores diversos. Lo bibliográfico funciona como una actividad motivadora de información e investigación; lo que da lugar a un contacto con las fuentes o referencias para el estudio y la particularidad de la investigación y el tipo de escritura.
La obra que publica Miguel Collado en estos momentos es una contribución importante que hace visible un sector importante de la producción literaria, histórica y cultural de la República Dominicana. Esto hace que el libro cumpla su función en el contexto académico, formativo, literario e histórico, a partir del orden-dato, biobibliográfico.
Con la aparición de esta obra los estudios dominicanos adquieren un instrumento y una herramienta que, si bien dependen de una base de historicidad y documentabilidad, exige por lo mismo de un tratamiento crítico-histórico y motivacional-diferencial en el orden intelectual. Nuestra academia no ha instituido aun la disciplina Biobibliografía ni Historia İntelectual dominicana. Ambas disciplinas piden un lugar necesario en el espacio actual de la educación dominicana por ser las dos de extrema necesidad para los estudios dominicanos.
El presente libro tendrá una continuidad en otros volúmenes proyectados por Miguel Collado, a los fines de conformar una orientación histórico-literaria y bibliográfico-cultural donde encontramos puntos de base o referencia sobre los comportamientos, formas y estudios culturales en la República Dominicana. El hecho de asumir como bibliógrafo, investigador y recopilador la literatura, la historia y la cultura dominicanas, implica la construcción de un registro informático y textual que autoriza de manera significativa una vertiente fundamental de los estudios dominicanos.
El conocimiento y reconocimiento del mundo cultural dominicano invita desde esta obra de Miguel Collado a fijar un orden productivo y significativo de los ejes que muestran dicho libro. El estudiante, el estudioso, el maestro, el investigador, el letrado o el escritor dominicano tiene en sus manos un material de calidad que necesita ser leído y retomado, como fórmula de escritura, por el sujeto sociocultural  que es también el sujeto nacional del Estado-nación.
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*DR. ODALIS G. PEREZ. Doctorado en Filología y Semiótica por la Universidad de Bucarest, Rumania. Reconocido investigador, animador cultural y educador nacido en San Cristóbal el 11 de agosto del año 1952. Sus publicaciones en el ámbito de las ideas constituyen un valioso aporte al desarrollo cultural de los últimos veinte años.  Su producción intelectual incluye más de un centenar de ensayos en prestigiosos diarios y revistas del país. Es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y catedrático de la facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

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